condrodisplasia/condrodistrofia-enfermedad de discos intervertebrales

¿Tu perro tiene patas cortas? Descubre cómo los genes CDDY y CDPA afectan a las razas enanas y cómo afectan su salud.

El acortamiento de las patas en las razas caninas (razas enanas) está causado por la presencia de dos retrogenes: el CPDA y el CDDY. Son copias del gen funcional fibroblast growth factor 4 (FGF4). En este artículo, discutiremos la importancia de estos genes y cómo pueden ser utilizados en la crianza especializada de caninos.

En el año 2009 Parker y su equipo describieron el retrogen CDPA en el cromosoma 18 canino como causante de la condrodisplasia en los caninos. El acortamiento de las extremidades es su mayor característica, por lo cual, todas las razas acondroplásicas deben en parte su característica a este gen. Un retrogen no es que sea anticuado. Quiere decir que es una copia de un gen normal que se insertó en otra parte del genoma. Es un mecanismo de evolución que pasa en los vertebrados y la mayoría de especies en este planeta. Tiene herencia dominante, es decir con una sola copia es suficiente para manifestar la enfermedad.

Brown y su equipo encontraron en el 2017 que había otro retrogen el CDDY ¡Del mismo gen FGF4! Esta vez en el cromosoma 12 como causal de la condrodistrofia y la predisposición a la enfermedad del disco intervertebral (IVDD), causante de hernias discales. Vínculo a lista de razas y frecuencia de esta mutación. Tiene herencia dominante para IVDD, es decir con una sola copia es suficiente para manifestar la enfermedad.

Las razas de perros con patas cortas y torsos largos, como los dachshunds, basset hounds y corgis, son conocidos por ser propensos a desarrollar problemas de columna. Estos problemas pueden ser causados por una variedad de factores, incluyendo la edad, el peso y la genética. De hecho, los perros con dos copias del gen CDDY tienen un mayor riesgo de desarrollar IVDD que aquellos sin el retrogen. Por esta razón, los criadores especializados deben tener cuidado al seleccionar perros para la reproducción y elegir aquellos que no tienen el gen CDDY en lo posible.

Existen razas como el teckel donde la frecuencia del CDDY es más del 97%, sin embargo, sólo cerca del 25% desarrolla la enfermedad IVDD. Aún desconocemos el porqué de este resultado.

Sin embargo, la presencia del gen CDDY no es necesariamente una sentencia de muerte para la crianza. Los criadores pueden hacer pruebas genéticas como la que ofrecemos (CDDY/CDPA) para determinar si un perro tiene el gen CDDY y hacer selección según la información genética del ejemplar. La selección cuidadosa de perros para la reproducción y la eliminación de aquellos con el gen CDDY puede reducir el riesgo de IVDD en las razas de perros propensas. 

Los posibles genotipos de un ejemplar canino para estos genes son:

Para CDDY:

N/N, no tiene la mutación.

N/CDDY es portador de la mutación CDDY. Presentará acortamiento de las extremidades. Presentará acortamiento de las extremidades y tendrá predisposición a las hernias discales.

CDDY/CDDY tiene dos copias de la mutación. Presentará acortamiento de las extremidades y tendrá predisposición a las hernias discales.

Para CDPA:

N/N, no tiene la mutación.

N/CDPA es portador de la mutación CDPA. Presentará acortamiento de las extremidades.

CDPA/CDPA tiene dos copias de la mutación. Presentará acortamiento de las extremidades.

La investigación sobre los genes CDDY y CDPA está en curso, y es probable que se descubran nuevos detalles en el futuro. Sin embargo, es importante que los criadores especializados de caninos estén al tanto de estos hallazgos y los utilicen para mejorar la salud de las razas de perros propensas. Al trabajar juntos criadores y genetistas, los criadores pueden producir perros más saludables y mejorar la calidad de vida de los animales y sus dueños.

En conclusión, el gen CDDY está presente en ciertas razas de perros y puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas de columna como las hernias discales. Existen otras condiciones de salud asociadas al enanismo: sordera, paladar hendido, cardiopatías, convulsiones, entre otras. Los criadores especializados deben ser conscientes de estos genes y utilizar pruebas genéticas para seleccionar perros para la reproducción. Al hacerlo, pueden producir una nueva generación de perros y familias con mayor bienestar.

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